Compasión inmoral

Retomo mi actividad bloggera con muchísimas ganas tras una dura ( para mí la que más) época de exámenes, con una entrada con pinceladas sobre moral y justicia, conceptos sobre los cuáles me da bastante miedo hablar, ya que si algo he aprendido de mi padre, ha sido a no hablar sobre lo que no conozco al cien por cien. Pese a ello, me voy a arriesgar, y voy a hablar sobre los pensamientos que se han despertado en mi mientras leía "Dentro del mostruo" de Robert K. Ressler.
Voy a referirme a la compasión, un sentimiento de lástima o pena hacia alguien que sufre calamidades o desgracias, y sobre el cual he adoptado una nueva perspectiva, para mi desconocida, tras leer el primer capítulo de éste libro.
A menudo aparece en los medios de comunicación algún caso de un hombre que mata a su mujer y a sus hijos, y luego se suicida, o el caso de alguna mujer que mata a sus hijos para más tarde acabar con su propia vida. El pensamiento que nos invade a todos tras conocer una noticia de estas características es: ¿y Por qué no se mató él/ella antes de matar a sus hijos primero? Pues si empatizamos por un instante con el criminal en cuestión quizás podamos "entender" sus motivos. Quizás esa persona no se ha llevado por delante a sus "seres queridos" (lo pongo entre comillas puesto que no serán tan queridos cuando los ha matado) por antojo o por capricho, si no que ha creído conveniente que sería lo más considerado para sus vidas, es decir, ha sentido compasión puesto que no quiere una vida dura y difícil para sus familiares. Imagínense, qué sería de un niño cuyo padre es una asesino, y su madre está fallecida, o si está viva sufre tal depresión que será incapaz de atenderle debidamente. Se trata pues de una compasión totalmente opuesta a las normas morales de toda sociedad avanzada, pero eso no significa que deje de ser compasión. Simplemente ha creído conveniente para su familia, que la mejor solución es acabar con todo. ¿Y lo traumático que resultaría para un niño tener un padre asesino y una madre fallecida a manos de él? No es un hecho con el que sea fácil vivir y ser feliz. Por supuesto que, a pesar de que esta compasión tan poco moral no le da ningún derecho a dicho sujeto para tomarse la libertad de hacer con vidas ajenas lo que se le antoje, por muy "considerado" que le pueda parecer, pero resulta irónico como un término tan achacado por la sociedad como algo positivo, pueda tergiversarse de forma tan drástica según la perspectiva que adoptemos.
Todo esto me ha hecho plantearme la subjetividad de prácticamente todo lo que nos rodea, sobre todo en el plano moral. Por ello, es importante levantar la mirada de nuestro propio ombligo, y abrir la mente a nuevas perspectivas, sólo de éste modo podremos entender acciones o pensamientos ajenos que nosotros mismos no podríamos ni siquiera concebir.

Comentarios

  1. En mi opinión matar debería ser la última opción. Antes de creer que existe compasión para darte una excusa y apretar el gatillo debes alejar a esa persona.
    Estoy de acuerdo contigo. Hay que abrir la mente a nuevas posibilidades, cada pregunta o acción esconde un abanico de posibilidades y si son coherentes descubres el porque. En realidad es un arma de doble filo, utilizado en el plano neopinión ..equivocado, proporciona al sujeto una mente viciada "imaginando" que está por encima del resto. De esta manera se crean perfiles equivocados.
    Observa y deja vivir disfrutando de las personas, es sencillo, responsable y ayuda a mejorar.

    Me ha gustado mucho tu blog. Un saludo

    ResponderEliminar
  2. Hola
    En mi caso, particularmente, cuando veo una noticia de esta índole me da una pena especial debido a que resulta una muestra evidente del fracaso de nuestra evolución social.
    Con todo, nuestros vínculos sociales se han debilitado hasta tal extremo que somos incapaces de conocer con quien compartimos escalera. No resultan extraños los comentarios post mortem del tipo "era un vecino ejemplar, no me lo puedo creer".
    A eso, y más grave aún por la dificultad de actuación y control previo a la desgracia, debemos añadir la incapacidad de la sociedad /administración para prever los terribles desenlaces.
    Al igual que en economía, nuestros sistemas de control formal(que no siempre cuentan con la activación del informal), en casos extremos, resultan eficaces para estudiar lo ocurrido pero, por desgracia, lentos e incapaces de prevenir la precipitación de la tragedia.
    Saludos y gracias
    Pedro

    ResponderEliminar
  3. Desde luego Pedro, cada vez más, las nuevas tecnologías están promoviendo un menor contacto físico con nuestro entorno y eso hace que los sistemas de control informal disminuyan en picado. Cada vez nos importa menos el de al lado y sentimos que tenemos menos derecho y obligación a preocuparnos por qué está ocurriendo en nuestro entorno. Antes, si un niño se portaba mal, cualquiera tenía derecho a advertir al niño de su mal comportamiento, en cambio, si ahora haces eso, el padre se abalanza contra ti para proteger a su cría, por que "¿quién eres tú para educar a mi hijo?" .

    Gracias por tus aportaciones Pedro.
    Un saludo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares